CON 16 AÑOS BATIRÁ EL RÉCORD DE PRECOCIDAD EN EL MASTERS

Se hará profesional al acabar el torneo y seguirá estudiando a pesar de ello

Si Tiger no hubiese reaparecido, Matteo Manassero sería la gran historia del Masters de Augusta. Con 16 años, cumplirá 17 el día 19, el italiano se convertirá el jueves en el más joven participante de la historia del torneo de la chaqueta verde batiendo el récord que tenía desde 1952 Tommy Jacobs con 17 años, un mes y 21 días.

Manassero tiene instalada la sonrisa en la cara.

Se ríe por todo, incluso cuando ve a lo lejos a Tiger. «No, aún no me he presentado», matizaba. Recuerda a Sergio García cuando en 1999 también debutó en el torneo tras ganar el British Amateur y también durmió en el palomar de la casa club del Augusta National, donde se hospedan los amateurs que juegan el Masters. Este año hay overbooking. Hay seis amateurs y sólo cinco camas. Por turnos, una noche la pasan fuera del club.

El chico ha llegado a la elite para quedarse. Desde los cuatro años se le vio un talento especial. Fue en el Open de Roma de 1997, cuando se acercó a Severiano Ballesteros y estuvo dando unos golpes de aproximación con él. «Y le gané porque uno se metió directo en el hoyo», recordaba jovial ante la prensa. Un año antes de aquel episodio había descubierto por televisión lo que era el Masters en la hermosa remontada con la que Faldo condenó a Greg Norman.

Su presentación en la alta sociedad fue en el último Open Británico, el que casi gana Tom Watson, con el que el martes jugó una vuelta de entrenamientos. Manassero pasó el corte, fue decimotercero, y confirmó todo lo que se había dibujado en torno a él. Pega largo y tiene un gran juego corto. Y todo cuanto hace lo adorna con una frescura que el golf necesita, más en un torneo como éste donde todo está salpicado de un ligero tono rancio.

Al acabar el torneo se pasará a profesionales. Dice que no abandonará los estudios y que se buscará un tutor para que esté encima de él con los deberes. Difícil combinación lo que pretende el tifosi del Milan, que encarna el despertar del golf italiano, país que en el Masters tiene tantos representantes como España: él y los hermanos Molinari, los últimos campeones de la Copa del Mundo.