enero 2, 2013

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Meen Whee Kim, golfista surcoreano, aprendió a jugar viendo vídeos de Tiger Woods. Kim copió cada uno de los movimientos del estadounidense. Ahora, intenta hacerse un hueco en la élite.

El golf está repleto de métodos para aprender a jugar. No hay más que mirar a la teletienda y ver que cada un corto periodo de tiempo aparece un nuevo utensilio que promete cientos de innovaciones en tu juego hasta abandonar todos los males que acosan al swing de cada uno. Además de esos, están los tradicionales, con un profesor detrás controlando cada posición del palo, estudiando con vídeos, fotograma a fotograma la evolución del swing. Y si no, están los autodidactas. Como hizo el surcoreano Meen Whee Kim.

Cuando Kim dijo que quería jugar al golf nadie le hizo caso. Ni sus padres ni sus hermanos. Nadie. Kim supo entonces que si quería dedicarse al deporte que más le gustaba debía hacerlo por sus propios medios. Sin recursos y con apenas 12 años, Kim tuvo una idea. Cogió un hierro, buscó a Tiger Woods, su ídolo, en Internet y se pasó horas viendo el poderoso swing del ‘Tigre’. Kim no dio una sola lección, no necesitó nada de ningún profesor. Se había puesto como modelo a Woods.

Kim pronto empezó a completar su peculiar entrenamiento. Copiaba cada uno de los movimientos que hacía Tiger. Al más puro estilo de Phil Mickelson, el zurdo de América, que se situaba delante de su padre como si fuera un espejo y repetía una y otra vez el gesto de su progenitor. Kim, por su parte, nunca perdió un solo detalle del elegante swing de Tiger. Hasta ha hecho bromas con el tema. «Puedo hacer el de Butch Harmon, el de Hank Haney o el de Sean Foley, sólo tienes que pedírmelo», dijo mientras reía en referencia a los tres entrenadores que ha tenido Tiger Woods. Todos ellos sembraron cosas en el californiano que Kim ha añadido en su propio swing.

Podría parecer sencillo hacer lo que Kim, de 20 años, se planteó con apenas 12. Tiger mueve el palo tan rápido, con tal destreza, que resulta casi imposible imaginar que puede tener un doble en algún lugar del mundo. Salvando las características físicas de cada jugador, Kim se ha adueñado del swing de Tiger y lo ha pulido de tal forma que le ha valido para impresionar a todo su continente e iniciar el desembarco en Estados Unidos.

Tras terminar tercero en el campeonato amateur de Asia de 2009, sólo cinco años después de coger su primer palo, Kim comprendió que estaba haciendo muy bien las cosas. En 2010 ganó la medalla de oro de los Juegos de Asia, se hizo profesional y se libró del estricto servicio militar de su país, en constante tensión con sus vecinos del norte, los otros inquilinos de la Península de Corea. Entonces, en 2011, llamó la atención de todo el mundo. Quedó tercero en el Campeonato de Corea y solamente le superaron Rickie Fowler y Rory McIlroy, dos de los grandes valores mundiales del golf.

Su buen hacer en Corea le abrió las puertas del planeta. Apadrinado por K.J. Choi, el golfista surcoreano más laureado, Kim se hizo un hueco en el circuito asiático, cada vez más concurrido por su creciente poder económico. En 2012, Kim ganó un torneo en el Tour de Asia y en otoño, con el final de la temporada, creyó que había llegado su hora de asaltar Estados Unidos. Quedó tercero en la primera fase de la Escuela de Clasificación del circuito americano; segundo en la segunda etapa; y lideró con soltura la tercera y definitiva. Kim igualó el récord del campo del exigente PGA West en la segunda de las seis jornadas y se mantuvo líder hasta la cuarta ronda. El cansancio y la presión destrozaron el sueño de Kim; sin embargo, el surcoreano había hecho lo más difícil: se creó un nombre.

Kim es considerado el mayor valor del golf surcoreano. La irrupción de sus compatriotas Sang Moon Bae, Seung Yul Noh y K.T. Kim, todos por debajo de los 24 años, ha golpeado fuerte en Estados Unidos y el resto del planeta, pero el país asiático tiene verdaderas esperanzas en Meen Whee Kim. Las mismas que en otro joven golfista, Si Woo Kim, que sí se clasificó para el PGA Tour aunque no podrá jugarlo hasta junio de 2013, hasta que no sea mayor de edad. Pero esa es otra historia. La de hoy es la de Meen Whee Kim, el niño que quería ser Tiger Woods.

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