abril 13, 2010

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Miembros del jurado del tribunal federal del estado de Delaware consideraron inválida la demanda interpuesta por la firma ‘Callaway’ a su similar de ‘Acushnet’, dueño de ‘Titleist’ y que está relacionada con las patentes de las conocidas bolas ‘Pro V1′. El veredicto, publicado el pasado 29 de marzo, fue el último resultado jurídico derivado de la afirmación que hace el demandante sobre el hecho que según ellos la generación anterior de las conocidas bolas había infringido cuatro patentes en la actualidad propiedad de ‘Callaway’.

La decisión se produce tras la repetición del juicio que fue ordenado por un tribunal federal de apelaciones en agosto de 2009. Los miembros del jurado en el juicio inicial emitieron un fallo a favor de ‘Callaway’ pero ‘Acushnet’, propietaria de la marca Titleist, apeló y ahora el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos revocó la sentencia original diciendo en parte que era la demanda era una «irreconciliable contradicción», ya que los miembros del jurado encontraron una reivindicación de la patente inválida. En esta ocasión, el jurado estuvo de acuerdo con ‘Acushnet’, que había dicho desde el principio que las patentes en cuestión no eran válidas.

En un comunicado, Joe Nauman, vicepresidente ejecutivo de ‘Acushnet’, dijo: «Hemos explicado a lo largo de este proceso que ‘Acushnet’ desarrolló de forma independiente la tecnología usada en las bolas en cuestión. La ‘Titleist Pro V1′ de utiliza la tecnología contenida en 74 patentes de nuestra propiedad y fue fue presentada a nuestros jugadores del PGA Tour en octubre de 2000, mucho antes de cualquiera de las patentes (en cuestión) se emitieran en 2001 y 2003».

Y si bien este no es el resultado final, ya que ‘Callaway’ está en libertad de apelar, el fallo sí se convierte en un punto a favor para que la demanda sea archivada. De hecho, y aunque se supondría que ‘Callaway’ seguiría adelante con el proceso, ninguno de los abogados de la compañía aseguró que se presentaría una segunda apelación.

«Estamos decepcionados con el veredicto del jurado, especialmente teniendo en cuenta el hecho que es contrario a la victoria legal que antes habíamos obtenido en diciembre de 2007. Esto es incompatible con el gran peso que tenían nuestras pruebas y con lo que decía la evidencia», dijo Steve McCracken, jefe administrativo de ‘Callaway’ en un comunicado.

La disputa legal es de vieja data. Como se recuerda, la bola ‘Pro-V1′, una de las más populares, premiadas y revolucionarias de los últimos años en el mercado, es la evidencia principal en esta demanda interpuesta por ‘Callaway’, ya que según ellos viola varios de sus derechos de patentes en su proceso de fabricación y confección.
Todavía no es claro si ‘Callaway’ hará uso de su derecho de apelación tras este nuevo fallo
El jueves 9 de febrero de 2006, ante una corte penal del distrito en este estado de Delaware, la empresa ‘Callaway’ instauró esta demanda en contra de la citada firma ‘Acushnet’, los fabricantes para Titileist de la línea de bolas ‘Pro V1′, por una supuesta violación a cuatro patentes propiedad de ‘Callaway’. La demanda, afirmó Larry Dorman, representante de ‘Callaway’, fue interpuesta «tras una serie de fallidos intentos por negociar un arreglo con ‘Acushnet'». Dorman no dio más detalles sobre estas conversaciones, aunque si declaró que los acercamientos llevaban varios meses.

De acuerdo con varias fuentes familiares al caso, las dos compañías han estado envueltas en una agria polémica por la propiedad intelectual de algunas de las características de esa época. «Estamos haciendo pública nuestra aceptación de esta demanda. Hasta este momento, no tenemos una posición oficial», manifestó en su momento Joe Gomes, representante de la firma Titleist.

La propiedad intelectual en cuestión se refiere a una serie de demandas sobre las llamadas ‘Patentes de Sullivan’, propiedad de ‘Callaway’ y que explican revolucionarias técnicas de fabricación de las bolas con capas múltiples con núcleo sólido y cubierta de poliuretano. Las patentes fueron adquiridas por ‘Callaway’ en el 2003 como parte del proceso de compra de la empresa Top-Flite Golf, que se declaró en bancarrota y que posteriormente pasó a ser del portafolio de ‘Callaway’.

La llamadas ‘Patentes de Sullivan’ se refieren a Michael J. Sullivan, ex vicepresidente de desarrollo e ingeniería de Top-Flite y actual vicepresidente de propiedad intelectual de ‘Acushnet’. Sullivan, ingeniero químico y científico especializado en el uso de polímeros, puso su nombre en 133 patentes en el 2004. La firma ‘Acushnet’ tiene en la actualidad, la propiedad sobre 450 patentes relacionadas con la tecnología aplicada a la fabricación de bolas.

La compañía afirma que la línea de bolas ‘Pro V1′ ha generado más de un billón de dólares en ventas al incorporar parte de la tecnología consignada en algunas de las ‘Patentes de Sullivan’. «Según estimados de empresas como Golf Datatech, la bola ‘Pro V1′ y ‘Pro V1x’, lanzadas en 2000 y 2003 respectivamente, han llevado a que cerca de una quinta parte de las bolas que se venden en la actualidad sean de alguna de esas líneas», afirma el texto de la demanda.

En el mercado de bolas, la línea ‘Pro V1′ tiene cerca del 85 por ciento del mercado. Aunque la demanda no habló de una cantidad de dólares de indemnización, se supo que ‘Callaway’ había pedido una cifra que cubría daños de beneficios no recibidos, así como prejuicios por la explotación indebida de tecnología patentada. De forma extra oficial, se hablaba de cerca de 150 millones de dólares de indemnización.

De acuerdo con la queja judicial, las ‘Patentes de Sullivan’: «revolucionaron el juego del golf» y «provocaron más que un cambio en el juego, al protagonizar el cambio más significativo desde el punto de vista tecnológico en el mundo del golf». La demanda sugiere que Titleist se aprovechó al emplear en las ‘Pro V1′ algunos de los conocimientos derivados de estudios propiedad de ‘Callaway’. Además, se explica que ‘Acushnet’ intentó formular ante la United States Patent and Trademark Office, la entidad que controla las patentes en Estados Unidos, una serie de nuevas patentes con características muy similares a las que se explican en las ‘Patentes de Sullivan’ para intentar remediar el error, según afirmaba la misma demanda.