marzo 15, 2012

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La pregunta que nos hicimos, nos hacemos y nos hacen muchos amigos que se inician… ¿qué es un palo de hoja ó forjado? O: ¿en qué se diferencian con los perimetrales…?

Pues bien, un palo de hoja (‘blade’) ó los llamados hierros ‘forjados’ son los primeros palos de Golf que datan de la época del 1900, que hasta hoy nos acompañan, salvando las distancias en las tecnologías y métodos de fabricación actuales; que poseen una cabeza que proviene de una pieza de acero moldeado y drásticamente aplastado en caliente, a través de prensas, hasta obtener la forma buscada. Luego son convenientemente limados y finamente ajustados hasta lograr su acabado final.

Hoy los materiales utilizados para ese proceso mejoraron. Se utiliza el acero al carbono, que es mucho más dúctil; se fabrican en serie y de a varias cabezas a la vez (una barra incandescente se va trasladando por un circuito y a medida que avanza se la golpea sucesivamente por prensas hidráulicas que la van acercando progresivamente a su forma final. Luego se desbastan las estrías de las caras y se terminan de definir los pormenores de cada palo). También se les da un acabado estético y protector de níquel y cromo para evitar que se oxiden y no parezcan tan rústicos.

Los otros tipos de palos, los perimetrales, tienen un proceso de fabricación diferente; parten de unos moldes de cerámica (el negativo de la cara) que es calentado en un horno hasta alcanzar una temperatura de 1.000º Celsius y verterles acero líquido. Cuando se enfrían se los quita del molde y se los procesa para darles su acabado final y armado. Esta técnica apareció a finales de 1960 y se la conoció como técnica de micro-fundición.

En el año 1970 un ingeniero llamado Karsten Solheim perfeccionó la fabricación de este tipo de palos de fundición e hizo furor con la aparición de los conocidos «PING», introduciendo una forma cóncava en la parte posterior de las cabezas. Con ello logró concentrar el peso de toda la masa de la cabeza en el perímetro de la misma (alrededor y en la parte inferior). Así pudo ubicar un centro de gravedad mucho más bajo y definir un «área dulce» más grande, en lugar del ‘punto dulce’ de los palos de hoja. A esto los fabricantes de palos lo terminaron llamando «Sweet-spot», que terminaría actuando de una forma más indulgente -permisiva- que la reducida superficie de las cabezas forjadas.

Otra diferencia visible en los perimetrales es el tamaño de las cabezas, dado que las superficies de impacto (sus caras) son mucho más generosas que en el caso de los palos de hoja.

En los palos de hoja la superficie de la cara es chica, ello define características técnicas y de uso importantes. Una es que el punto central de su cara, coincide con el centro de gravedad de la cabeza y se sitúa en un lugar muy preciso donde idealmente se producirá el impacto. Con lo cual, si nosotros pretendiéramos pegar un buen golpe con estos hierros, deberíamos hacerlo justo ahí en el centro; porque si nos desviamos apenas unos milímetros, nuestras ejecuciones podrían salir hacia cualquier lado.\

Ahora bien, no todos los jugadores necesitan la ‘ayuda-extra’ que ofrece un perimetral. Por este motivo quizás, es que algunos profesionales aún usan los de hoja, ya que precisan provocar -con maestría, obviamente- lo que para los amateurs sería visto como una imprecisión. Esto es, imprimirle a sus pelotas «a propósito» una dirección y un efecto de vuelo controlado a través de sus golpes.
Efectos que muchos dicen poder lograr cuando las caras de sus palos reaccionen adecuadamente a los estímulos que saben darle y que con ciertos perimetrales no sucedería, ya que los efectos provocados se verían como amortiguados (ó anulados) por su diseño, que tiende a compensar esos ‘supuestos’ errores.

No lo comparto al 100% (ni tengo tanta información ó práctica como para demostrarlo); sólo me remito a mi observación, que me dice que existen numerosos profesionales que adoptaron palos perimetrales, ya que las mejores marcas hoy ofrecen hierros con las mismas posibilidades técnicas de provocar los efectos que desean.

Otra diferencia sustancial entre estos dos hierros es el Offset, que es la distancia que hay entre la cara del palo (retrasada) respecto de la vara que la sostiene. Uno con mucho offset promoverá un vuelo más controlado y un mejor encuadre de la pelota (el mejor ejemplo de un offset -exagerado- se observa fácilmente en los putters). Pero en los hierros de hoja casi no hay offset, son como neutros en dichas facilidades.

Por fin… si tuviera que buscar una comparación más casera que grafique y aclare mejor lo que sucede con estos dos tipos de hierros, comentaría un ejemplo de música… Conozco muchos ‘audiófilos’ que prefieren disfrutar de la música y grabaciones en general en forma ‘plana’, es decir neutras, sin retoques de origen (recargadas) en las frecuencias bajas, agudas ó medias. Ellos se inclinan por características ‘Cero-decibeles’ porque de esta forma ‘neutra’, pueden modificar (ecualizar) a gusto, según el tipo de tema, ambiente donde lo escuchan, cantidad de gente que hay, etc., los tonos que quieren resaltar en cada ocasión. Espero que sea un buen ejemplo de comparación de los palos de hoja vs. los perimetrales.

En nuestra realidad (amateur), todavía estamos lejos de utilizar algo que no se corresponda con nuestro handicap y experiencia. Pero nada nos impide que probemos algunos golpes con un hierro de hoja… yo ya lo hice y observé cómo se incrementó rápidamente mi afecto y apego por los perimetrales…
Hasta la próxima.
Marcelo H. Barba.

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