Por Rocío Pomares. periodigolf
Es indudable que conseguir lo que ha ganado Tiger solo está al alcance de deportistas superdotados. El talento es genético, pero la mentalidad no, y es que en el deporte como en cualquier actividad que realicemos en la vida, la parte mental tiene una influencia directa sobre el rendimiento.
Teniendo en cuenta la situación de Tiger, que viene de varias lesiones y después de un año y medio a un ritmo de entreno menor que el que estaba acostumbrado, es normal que aparezcan miedos y dudas. Toda esa tensión de la competición y mucho más tras una lesión, se vive como una amenaza para el golfista.
La reacción normal de una persona ante el peligro es la ansiedad, y esta puede tensar al jugador, afectando a nivel muscular impidiendo la naturalidad de swing, dificultando la toma de decisiones, acelerando el corazón o generando mayor numero de pensamientos negativos, haciendo que sus aptitudes como jugador se vean mermadas por una actitud temerosa ante la probabilidad de fracaso. Para ello es importante trabajar en los siguientes tres puntos.
1. VALORAR LOS EXITOS: es importantísimo para lograr confianza hacer memoria y recordar cosas que hayas conseguido y pensar qué dicen de ti esos logros. Invierte también especial atención cuando des un buen golpe, celébralo, ¡gesticula¡ ya que esto ayudará a que queden asentados en tu mente con mayor facilidad y aumentes la probabilidad de que se repitan.
2. APRENDE DE TUS ERRORES. Los mejores deportistas de la historia valoran el error como una forma de aprendizaje. Es cierto que en situaciones en las que es difícil mantenerse positivo, los miedos crecen, pero no hay fracaso si hay mejora, el único fracaso que existe es el no aprender de los errores, ya que la excelencia sólo se alcanza después de una larga historia de errores. Ante los malos golpes o rachas, es importante también controlar las emociones y tratar de actuar fríamente, ya que hará que te sea más fácil olvidarlos.
3. PIENSA ÚTIL. En ocasiones parece que ser positivo entra en conflicto con ser realista, sobre todo cuando estás en una situación como la de Tiger, en la que lesiones, malos resultados y menos entreno del esperado hace que sea difícil jugar con mucha confianza. Pero es muy importante cuando esto ocurra pensar de la forma más útil posible, ser tu mejor amigo, y dejar de invertir atención en tus debilidades y lo que no puedes controlar y empezar a enfocarte en tus posibilidades y fortalezas. Es imprescindible traer a la mente las sensaciones de confianza, y crear un autodiálogo más útil y positivo; empieza por cambiar frases tipo «que malo soy pateando» por «puedo meter este putt», y manténlo en tu mente la mayor parte del tiempo mientras juegas, aunque al principio incluso no te creas lo que te dices, acabarás haciéndolo a base de repetírtelo una y otra vez. Y es que las personas acaban convirtiéndose en lo que piensan la mayor parte del tiempo, por ello, asegúrate que lo que piensas se parezca bastante a lo que quieres conseguir
