Mallorca se ha convertido en uno de los principales destinos de golf de Europa.

Son muchos los centroeuropeos que se sienten atraídos por la isla. El hecho de estar a solo dos horas de avión de las principales ciuda¬des europeas lo hacen enormemente atractivo. Sin embargo, lo que diferencia a Mallorca como destino de Golf respecto a otros es la alta concentración de campos en un territorio re¬lativamente pequeño y la cercanía que hay entre ellos, lo que favorece poder practicar el juego en varios campos distintos durante la visita a la isla. También favorece su suave clima durante casi todo el año, lo que convierte a Mallorca en un destino perfecto para la práctica del golf durante los meses de invierno. El primer campo, Son Vida, se inauguró en 1964. Actualmente, la Asociación de Campos de Golf de Baleares gestiona 18 en la isla.

Golf? y mucho más

Sin embargo, la isla ofrece muchos otros atractivos que van más allá del golf. La extraordinaria imagen de la catedral de Mallorca reflejada sobre el agua a los pies de las murallas renacentistas de Palma es una estampa difícil de olvidar para los que visitan la ciudad. La isla cuenta con una gran cantidad de vestigios artísticos de épocas pasadas que harán las delicias de los amantes del arte y la cultura. Desde los restos de épocas romanas a la genialidad surrealista de Joan Miró, pasando por la Edad Media, Mallorca despliega todo un crisol de civilizaciones.

En cuanto a gastronomía, la isla de Mallorca ha sido territorio de paso de múltiples civilizaciones y cada una de ellas ha dejado su impronta en el territorio. Por eso, la variedad es la principal seña de identidad de la gastronomía mallorquina, en la que no faltan ni el pescado, ni la carne, ni las legumbres, ni, por supuesto, sus dulces. Precisamente, el plato más conocido de la gastronomía de la isla es un postre: la ensaimada. No hay visitante que vaya a Mallorca y no compre, al menos, una.

Y para alojarse, hay opciones para todos los gustos. La principal singularidad de su oferta hotelera es que ha sabido adaptarse a la perfección al producto golf, contando con hoteles especializados en este producto desde los que el turista puede reservar los green fees, guardar sus carritos con los palos o facilitarle cualquier servicio relacionado con la práctica de este deporte. Pero también hay muchas otras opciones. En la costa o en la montaña, en la ciudad o en un entor¬no rural. Hay hoteles vacacionales, para los negocios, para las familias, rurales, de lujo, con spa, agroturis¬mo. Es, pues, un destino turístico de primer orden: hasta agosto, Baleares fue la segunda comunidad autóno¬ma más visitada del país, con 8,3 mi¬llones de turistas. Muchas cadenas hoteleras han encontrado en Mallorca un lugar excepcional donde poner sus esta¬blecimientos. Por ejemplo, la Aso¬ciación de Cadenas Hoteleras de Baleares agrupa a 24 grandes cade¬nas distribuidas por todas las islas del archipiélago. Este sería el turismo más familiar, pero quien prefiera una estancia más tranquila no tiene más que decantarse por alguno de los muchos establecimientos rurales que se distribuyen por la isla. ya sea en el interior, en la Sierra de Tramon¬tana o en las costas escarpadas. La Associació Agroturisme Balear ofre¬ce una cuidada selección de más de 100 casas rurales, fincas, hoteles ru¬rales y de interior en Mallorca.