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Jugar bajo la lluvia es algo que, sobre todo, en los países anglosajones y en el norte de Europa es muy normal. Lo raro para ellos es jugar con sol y buen tiempo. Donde tenemos mejores climas, nos planteamos diez buenos consejos para disfrutar del golf mientas nos cae un aguacero encima.
Muchos aficionados al golf, sobre todo aquellos que llevan jugando mucho tiempo, no quieren saber nada del agua. Si llueve antes de salir a jugar ni siquiera se plantean colocarse en el tee del 1. En cambio, para los que están empezando, aquellos que todavía tienen la enfermedad del golf corriendo por sus venas en plena ebullición, la lluvia es otro aditamento más para disfrutar de este curioso deporte que, no lo olvidemos, fue inventado por los ingleses, personas que vieven bajo la lluvia practicamente durante toda su vida.
En este artículo les planteamos diez cuestiones importantes, casi de orden, para jugar con lluvia en el caso de que el aguacero nos pille en el campo. Otra cosa es que nosostros decidamos, con todas nuestras consecuencias, jugar con el agua como compañera de partido.
1. Lo más importante: protegernos la cabeza y los pies de la mejor manera posible.En el caso de los zapatos hay pares impermeables que aguantan muy bien el suelo y la hierba mojada y que apenas calan. Llevar los pies calientes con unos calcetines de lana y esos zapatos impermeables serán suficientes para andar en condiciones. En la cabeza lo mejor es cubirse no con una gorra de las habituales (modelo beisbolera, sino con una de ala ancha y material plástico o sintético que nos protega del agua. Las hay con forro interior e impermeables también que nos vendrán muy bien.
2. Para disfrutar del golf en estas condiciones, lo más importante es estar seco, algo complicado en un día de lluvia. Para ello es fundamental un buen paraguas, grande y potente, que aguante los envites del viento y que tenga salidas de aire para que no pese demasiado con el agua que le va cayendo.
3. Lleve en la bolsa cuatro o cinco guantes. Jugar bien al golf con un guante mojado es casi imposible. Cámbielo cada tres o cuatro hoyos e intente protegerlo entre golpe y golpe todo lo que pueda. Después de cada golpe, quíteselo y guárdelo en un lugar seco.
4. Protega los grips de sus palos y lleve la bolsa bien cubierta para que el interior de la bolsa y los propios palos estén lo más secos posibles. Si el contacto entre la msno, el guante y el grip es seco tendremos muchas más posibilidades de que los golpes sean buenos.
5. Ropa. Que llueva no significa que haga frío. Tenemos que tener en cuenta que son dos cosas bien diferentes aunque, habitualmente, cuando llueve suele hacer también bastante frío. El golfista cebolla, con capas y capas de ropa, no es lo más recomendable para jugar al golf. Es mejor estar bien protegido con poca ropa que muy protegido y casi no poder moverse. Una camiseta de algodón pegada al cuerpo, un jersey fino de cuello alto y jersey de lana y un traje de agua es más que suficiente para salir protegido, abrigado y cómodo al campo. En la parte de abajo, unos pantalones y la parte de abajo del traje de agua. Hay trajes de agua con mangas cortas que facilitan más los golpes y los movimientos.
6. Cuando llueve, jugar con buguie es peligroso ya que en alguna cuesta el coche puede resbalar con la hierba mojada. Es mejor, si se puede, aguantar y jugar andando y tirando del carro manual o usando uno eléctrico. Así evitaremos sustos innecesarios.
7. Lleve un par de toallas, una para secarse las manos y el grip y otra de sustitución. Dieciocho hoyos son muchos hoyos y seguramenbte terminará calado hasta los huesos. Secerse de vez en cuando relaja y da fuerzas y ánimos para seguir jugando.
8. Vaya golpe a golpe. En días de lluvia lo mejor es tener paciencia con el juego y no perder la calma. Hay que intentar pasárselo bien y ser conscinete de que con la lluvia nuestros resultados no serán los mismos que si jugáramos en un día normal. Si vamos a terminar en el 18 habrá que tomarse las cosas con tranquilidad.
9. Proteja su tarjeta todo lo que pueda. Tras dieciocho hoyos lloviendo usted llegará al vestuario como una sopa y la prueba de su recorrido también. Guardela en un bolsillo interior y apunte cada dos o tres hoyos en vez de hacerlo una vez por hoyo.
10. Cuando termine de jugar tendrá dos sensaciones. Una, que lo logró y que le pudo al campo y al tiempo. Su ropa está calada, usted está calado pero terminó, que era lo importante. La otra, que nunca más jugará con lluvia y que piensa vender el traje de agua. Independientemente de la sensación que tenga, no deje los palos en el club. Llévelos a casa, seque la bolsa, los palos, los grips y los guantes, seque el traje de agua y guárdelo todo bien porque seguro que habrá próxima vez este invierno.